25 jul 2011

Verano 1966



Cuando me extiendo junto al mar,
existe el agua y su palpitación
y un cielo azul cuya profundidad
es demasiado grande para mí.

Sentir el mar,su lentitud viviente,
es la magnificencia y el olvido,
pero sentir la vida de los camaradas
en ser el camarada de uno mismo.

El cielo inmóvil tiene su razón,lo sé,
pero la razón que hay en nosotros
existirá aún cuando este cielo
haya sido borrado por el viento y el frío.

Antonio Gamoneda




9 comentarios:

Winnie dijo...

El cielo y el mar.....dos GRANDES para mi.... Sin el uno no entiendo el otro. Un beso Felipe

Montserrat Sala dijo...

Hola amigo, veo que ya eres muy veterano en estas lides, y yó creo que no te habia encontado nunca, por estos mundos blogueros. celebro de haberte hallado, y también porque los dos somos reflxionadores.
Un aabrazo

Carla dijo...

Tocar el mar, sentir sus olas que acarician nuestros cuerpos, contemplar la naturaleza desde la mirada perdida en el vuelo de la libertad, y alcanzar el cielo a través de la paz y el sosiego.

Besos.

Adrián J. Messina dijo...

Que mejor inspiración en un poeta que ese cielo imponente y esa belleza de mar frente a nosotros.
Precioso.

Abrazo granded.

Genín dijo...

Ya me has dejado material para la reflexión...
Gracias
Salud

LA ZARZAMORA dijo...

El mar y su grandeza e inspiración.
Yo no lo comparto con nadie ;-)
Besos, querido Felipe.

RGAlmazán dijo...

La naturaleza, con su belleza y magnitud, sería poca cosa si no hubiera otros seres humanos con quien hablar, reflexionar, amar...

Salud y República

Karras dijo...

El mar siempre fuente de inspiraciones y reflexiones. Trae a nuestra mente recuerdos de lo que fue y preguntas del ¿que será?. Esperemos sólo nos queda eso. Un abrazo.

Marina dijo...

Tengo un amigo al que le encanta Gamoneda, y siempre que puede ¡zas!, me mete un poema suyo. Yo no soy mucho de este poeta, pero poco a poco voy entrando.
Este poema de hoy que nos propones, me gusta.
Besos