23 mar 2009

IGLESIA


EL HERIDO
III
Para la libertad, sangro, lucho, pervivo,
Para la libertad, mis ojos y mis manos,
como un árbol carnal, generoso y cautivo,
doy a los cirujanos.
Para la libertad siento más corazones
que arenas en mi pecho: dan espumas mis venas,
y entro en los hospitales, y entro en los algodones
como en las azucenas.
Para la libertad me desprendo a balazos
de los que han revolcado su estatua por el lodo.
Y me desprendo a golpes de mis pies, de mis brazos,
de mi casa, de todo.
Porque donde unas cuencas vacías amanezcan,
ella pondrá dos piedras de futura mirada
y hará que nuevos brazos y nuevas piernas crezcan
en la carne talada.
Retoñarán aladas de savia sin otoño
reliquias de mi cuerpo que pierdo en cada herida.
Porque soy como el árbol talado, que retoño:
porque aún tengo la vida.



3 comentarios:

Daalla dijo...

Ya los llamo Jesús, a los fariseos, por su nombre verdadero "sepulcros blanqueados". Se rasgan las vestiduras por lo que ellos consideran escándalos, que casualmente se refieren a la moral sexual y privada de la gente, sean o no católicos. Ven la paja en el ojo ajeno pero no la viga en el propio. Nunca habrá Papas suficientes para pedir perdón por todas las cruces y todas las hogueras con las que la iglesia ha jalonado la Historia.
Saludos.

Carmela dijo...

Absolutamente de acuerdo con Daalla.
Son fariseos , por mucho que intenten ocultarlo..." blancos por fuera pero llenos de podredumbre por dentro" ... como sepulcros.

Pero como dice Miguel :
"Porque donde unas cuencas vacías amanezcan,
ella pondrá dos piedras de FUTURA MIRADA
y hará que nuevos brazos y nuevas piernas crezcan
en la CARNE TALADA..."

Camino a Gaia dijo...

Si por un casual, a Cristo se le ocurriera la peregrina idea de volver a pasarse por este mundo, mas le valdría que dejase atrás las alpargatas y la túnica de lino. O vuelve rodeado de oropeles, pompa y majestad, o estos de seguro que lo crucifican de nuevo.