Por las ventanas, por los ojos
de cerraduras y raíces,
por orificios y rendijas
y por debajo de las puertas,
entra la noche.
Entra la noche como un
trueno
por los rompientes de la
vida,
recorre salas de hospitales,
habitaciones de prostíbulos,
templos, alcobas, celdas,
chozos,
y en los rincones de la boca
entra también la noche.
Entra la noche como un bulto
de mar vacío y de caverna,
se va esparciendo por los
bordes
del alcohol y del insomnio,
lame las manos del enfermo
y el corazón de los
cautivos,
y en la blancura de las
páginas
entra también la noche.
Entra la noche como un vértigo
por la ciudad desprevenida,
rasga las sábanas más
tristes,
repta detrás de los
cobardes,
ciega la cal y los cuchillos
y en el fragor de las
palabras
entra también la noche.
Entra la noche como un grito
por el silencio de los
muros,
propaga espantos y vigilias,
late en lo hondo de las
piedras,
abre los últimos boquetes
entre los cuerpos que se
aman,
y en el papel emborronado
entra también la noche.
J.M Caballero Bonald
J.M Caballero Bonald
3 comentarios:
Los que auscultasteis el corazón de la noche...
Un abrazo.
Muy bueno.
Saludos.
tu blog es muy interesante y útil para mí
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