Los jóvenes ahijados políticos

Cuando esta derecha agrifuerte no sabe de qué hablar; cuando se aburren y ponen los ojos en blanco, dicen que España está en peligro y hablan de la crisis de valores, que al igual que la crisis del teatro ayuda al arte de Talía, utilizando el argumento de que todo tiempo pasado fue mejor.Y por eso, tal vez, el quejido monótono, la salmodia interminable, forma parte del lenguaje de los inútiles que gustan negar la evidencia de las buenas formas, y prefieren mirar atrás y acordarse del "aquel miserable tiempo de palo y sotana" con melancolía algo poética y, analizan con ojos nostálgicos, los años de "La España única, grande y para unos pocos...".

Los jóvenes ahijados políticos,que ahora nos gobiernan, de aquella España de charanga y pandereta enturbian sus ojos, peregrinan negros pensamientos, olisquean clamor inventado y se sumergen en la fuente de “sabiduría” de sus ancestros, excitados por la experiencia que demostraron como “buenos españoles” .Y hablan de un España rota…. de una bandera rota….de su Iglesia rota…., mientras en las calles se oyen gritos de los que sufren la inmisericordia de un Gobierno en la perpetua sinrazón de negar los más elementales derechos sociales venidos en trueque de beneficiencia.

Son retazos estigmatizados de vencedores que se transmiten a sus herederos políticos para que estén vigilantes de esta España que adjetivan de descosida y atea.

A esta derecha de la gloriosa España triunfal, presidida y comandada por aquel General de baja estatura y alta mala leche, le pesan los kilos y los años, le falla la vesícula, las papilas del gusto, confunden la parte con el todo y en lugar de jubilarse honrosamente y padecer en silencio la nostalgia y el lumbago, refunfuñan, se quejan y le echan la culpa de sus dolencias a la dichosa e incomprensible España democrática, diversa y plural.

Sólo desde sectores retrógrados, reaccionarios, obesos de nostalgia se puede estar en desacuerdo con dignificar a quienes fueron perseguidos, cazados y asesinados al albor de la oscuridad, al borde de cunetas y áridos descampados, por el único delito de no someterse a la cruel e inhumana dictadura de un régimen ilegítimo de pensamiento único, donde se imponía la razón de la fuerza. Permitir la recuperación de sus restos para darle digna sepultura, rehabilitar su buen nombre fulminando los antecedentes que figuran en sentencias aberrantes de tribunales ilegítimos, ello es, simplemente, poner las cosas en su sitio y cumplir un deber de ciudadanía que no abre heridas, sino que cierra por fin una etapa negra y trágica de nuestra reciente historia.

De aquella España gris y cruel hay restos humanos que reclaman hogar y familia, hay legajos y sentencias que machacan, ensucian y falsean comportamientos de personas dignas.

Y cuando se ha reclamado justicia la maquinaria ultraderechista de los ladrones gurtelianos han arreado un estacazo jurídico a quiénes reclamaban lo que le correspondía.

Y mientras, la socialdemocracia centrista navega por mares procelosos en la búsqueda de su propia identidad,si es que alguna vez la tuvo.Y escondida ,no sea que la perdigonada le alcance ,simula lo que ya no es simulable,porque la voz de los parados,de los justos,de la buena gente les reprocha en las calles y las urnas su falta de coraje y valentía.

España se encuentra sitiada bajo el poder de la corrupción,de los maleantes de corbata,del circo institucional que celebra la Pepa y no se acuerda de la II República,de la cosa nostra partidista que ahoga al ciudadano hasta dejarle exhausto y sin respiración con mentiras y falsas promesas y les hacen ver que sólo el sacrificio de la miseria nos traerá la prosperidad.

No queremos vivir del pasado pero sí queremos no olvidarlo porque todos sabemos quiénes son cada cual en esta ruleta política  de las medias verdades  y del cinismo más absoluto.Son fácilmente identificables y sólo merecen el desprecio más absoluto y hacerles saber que la calle ya no es de Fraga,sino nuestra,de la gente trabajadora y honrada y por ello os animo a que la tomemos para defendernos de tanto fanático del déficit,de las desigualdes sociales,de la banca gansteril y de este Gobierno que,cada día que pasa, nos roba a manos llenas  lo que tanto nos costó conseguir.

Si olvidamos el pasado nunca comprenderemos nuestro presente,este presente postrado en la indignidad y la infamía,en la suculencia y en la pobreza,en la avaricia desmedida de esos "grandes hombres hechos a sí mismos".

No permanezcamos callados ante tanta infamia,sólo sea por los que nos legaron una conciencia de coraje y lucha.