No me lleves al mar

Sorolla

No sabría explicarte cómo es el mar
ni por qué sus aguas,a veces,se vuelven violentas
e intransitables.

Un mal día
esparcí un recuerdo y, furiosamente, me fue devuelto
por olas desesperadas y confundidas.
Desde entonces he dejado de visitarlo;
tiemblo con su locura o su respuesta airada.

Podría explicarte cómo son los rayos del Sol,
cuando amanece o cuando atardece,
porque han sido testigos de miles de abrazos,
de cánticos fraternos,de ramos de olivo
soportados por la mano firme de un solo un hombre.

Podría llevarte a un río
para que quedases estremecida con sus aguas,
viendo cómo acarician las firmes orillas que las contienen
o exhalan un tímido quejido de esperanza.

Sabes que nada me asusta ni me detiene,
que en cada palmo de tierra o agua
he dejado infinidad de pronombres de conciencia
para encadenarlos a la multitud de hombres
que clamaban justicia y dignidad.

Sabes que nada me ha detenido,
que todo lo he palpado
y todo lo he querido,
aunque lágrimas y consuelos
no hayan cicatrizado
como lo hace la herida
en fugaz caricia.

Sin embargo,no me pidas que te explique cómo es el mar
porque un mal día le envié un recuerdo
y me lo devolvió ferozmente.

Amancio Prada en recuerdo de Leo Ferré