Christine Comyn
Arde aún y es espléndida la llama
de aquel fuego.¿Recuerdas esas tardes,
el canto de los pájaros;la tenue
veladura de un mar casi tan negro
como tus ojos?Súbita, la vida
nos quemaba por vez primera entonces.
Nosotros,qué podíamos hacer
sino aceptar ese secreto incendio,
su agonía y su éxtasis,fundidos
en un mismo sentir inexpresable.
Hiere aún ese mágico vivir:
ya sólo quiero envejecer contigo.
Abelardo Linares
9 comentarios:
Felipe...ya sabes que tus elecciones en poesía y tus poemas me tienen conquistada....(la política no me llama a comentarte disculpas)
Un beso
Es el final que todo amor debiera tener: envejecer al lado del otro. Pero no siempre es así... por desgracia.
En resumidas cuenta, lo más hermoso que nos queda es vivir juntos.
Qué bonito sería amar tanto a alguien como para querer envejer juntos.
Y la música maravillosa también.
Un abrazo, Felipe.
Que bien se queda uno leyendo ese poema...
Salud
Fundidos en uno,es algo que parece que muchos alcazan, pero en la realidad no es asi, es por ello que no todos envejecen juntos. Magica entrada Felipe, un fuerte abrazo
Nunca es tarde para envejecer con alguien a quien se ha querido.
La complicidad y los recuerdos de lo vivido son ese bálsamo que cubre la piel con el paso del tiempo.
Bello triángulo.
Besazos, mi querido manchego.
Que magicas palabras. Envejecer contigo. Sueño de cualquier amante que se precie. Un abrazo.
Mágico, que bonito, y sí, hiere, cuando todavía recuerdas aquellas tardes y la persona amada ya no esta. La música es fascinante, fermosa, ufff. Me has hecho llorar, los recuerdos, están ahí y salen sin poder evitarlos. Abrazos
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