observé los ángulos angostos del espejo
sin intención de medir su curvatura;
sólo intentaba saber si su cuerpo cálido,en su llegada,
quedaría iluminado de luz o impostura.
Sabía que su presencia,altiva y pulcra,
no resistiría la antipatía de los reflejos
ni la fragilidad de los días y los sueños.
Mientras tomaba un café turbio y frío
recordé la última vez
en que ya ella no sonrió al perfilar sus labios
o cuando se alisó los cabellos.
Esperé que el tiempo,como agonía,
no ultrajase tantos besos y tantas caricias
de labios sin respuesta hasta nunca jamás.
Había amado tanto que ningún espejo
podría amparar la desolación y el escándalo
de sentirme preso de la tersura fenecida.
La vida,a veces,se cobija en lo truculento,
en un revoltijo de cánticos y pasión
o,simplemente,en el certero camino que conduce
a lo cierto y finito.
En todo caso siempre me quedaba el consuelo
de llorar sobre aquellos labios sin brillo
o el recuerdo de la sonrisa,
como pasaje vivo de la quietud
en continua permanencia.
sólo intentaba saber si su cuerpo cálido,en su llegada,
quedaría iluminado de luz o impostura.
Sabía que su presencia,altiva y pulcra,
no resistiría la antipatía de los reflejos
ni la fragilidad de los días y los sueños.
Mientras tomaba un café turbio y frío
recordé la última vez
en que ya ella no sonrió al perfilar sus labios
o cuando se alisó los cabellos.
Esperé que el tiempo,como agonía,
no ultrajase tantos besos y tantas caricias
de labios sin respuesta hasta nunca jamás.
Había amado tanto que ningún espejo
podría amparar la desolación y el escándalo
de sentirme preso de la tersura fenecida.
La vida,a veces,se cobija en lo truculento,
en un revoltijo de cánticos y pasión
o,simplemente,en el certero camino que conduce
a lo cierto y finito.
En todo caso siempre me quedaba el consuelo
de llorar sobre aquellos labios sin brillo
o el recuerdo de la sonrisa,
como pasaje vivo de la quietud
en continua permanencia.
Roberta Flack/The First Time Ever I Saw...
17 comentarios:
Tiste (toda perdida lo es)pero precioso y cargado de sentimiento. Besos
La certeza de los finito es muchas veces desoladora.
saludos
Triste, certero, emotivo...precioso...
Un abrazo
¡Qué triste! Aunque es parte de la realidad. Las ausencias no deseadas forman parte de nuestros recuerdos más fatales.
Salud y República
El tiempo, amigo mío, lo va modificando todo. Es el carro donde cabalgamos y el hoy será el ayer del mañana. ¿Podremos controlar el camino o se hace camino al andar?
Un abrazo
También las despedidas nos construyen.
Ay Felipe, qué triste!
Precioso pero muy triste...
Saluti
Triste, pero precioso Felipe, así es la vida... La música hace sintonía con las bellas palabras.
besos y abrazos de tu niña gallega
Sara
Hermosa y triste, como la balada de Roberta Flack y como la belleza que ilustra el post
Abrazo
Así es el tren de la vida, unos suben, otros bajan; esperemos que mientras llegamos a nuestra estación definitiva podamos contar con algunas compañías que nos den esos destellos de felicidad que dan sentido a la existencia.
Un saludo.
Es tan triste mi querido Felipe. Sí. Mucho. Bueno al menos quedemonos con el recuerdo de la sonrisa, no?
La música también me deja algo desolada.
Un beso
Precioso y profundo Felipe.
La vida es demoledora.
La tristeza está invadiendo nuestras entradas últimamente. Pero estupendo poema. Saludos.
Triste y emotivo, es la vida misma. La música la acompaña con unas notas de tristeza. Un abrazo
El tiempo, inexorable, no respeta a nadie...
Salud
si la tersura fenece, si los labis no responden...hasta nunca jamás, Nos queda la humedad,la silueta en el colchon y la profunda tristeza-
Wenas!! Cada día me gustan más tu poemas.
Saludos!!
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