21 may 2009

GABRIEL CELAYA (Poesía para el pobre)

Gabriel Celaya

Cuando ya nada se espera personalmente exaltante,
más se palpita y sevive más acá de la conciencia
fieramente existiendo, ciegamente afirmando,
como un pulso que golpea las tinieblas, que golpea
las tinieblas.


Cuando se miran de frente
los vertiginosos ojos claros de la muerte,
se dicen las verdades:
las bárbaras terribles, amorosas crueldades,
amorosas crueldades.


Poesía para el pobre, poesía necesaria
como el pan de cada día,
como el aire que exigimos trece veces por minuto
para ser y en tanto somos dar un si que glorifica.


Porque vivimos a golpes, porque apenas si nos
dejan decir que somos quien somos,
nuestros cantares no pueden ser sin pecado un adorno.
Estamos tocando el fondo, estamos tocando el fondo.


Maldigo la poesía concebida como un lujo
cultural por los neutrales
que, lavándose las manos, se desentienden y evaden.
Maldigo la poesía de quien no toma partido, partido
hasta mancharse.


Hago mías las faltas. Siento en mí a cuantos sufren
y canto respirando.
Canto y canto y cantandomas allá de mis penas, de mis penas
personales, me ensancho, me ensancho.

Quiero daros vida, provocar nuevos actos,
y calculo por ello con técnica, qué puedo.
Me siento un ingeniero del verso y un obrero
que trabaja con otros a España, a España en sus aceros.



No es una poesía gota a gota pensada.
No es un bello producto. No es un fruto perfecto,
es lo más necesario: lo que no tiene nombre.
Son grito en el cielo y en la tierra son actos.


Porque vivimos a golpes, porque apenas si nos
dejan decir que somos quien somos,
nuestros cantares no pueden ser sin pecado un adorno.
Estamos tocando el fondo, estamos tocando el fondo.



4 comentarios:

Ciberculturalia dijo...

Precioso poema y muy apetecible para estas horas de la tarde después de un día intenso de trabajo.
Gracias Felipe
Un beso

Daalla dijo...

Pocos hoy toman partido, pocos se manchan. La poesía es un lujo cultural de los neutrales, de los que no se pringan, de los que están todo el día mirándose el ombligo.
Poesía necesaria la que nos has traído hoy, Felipe.
Un abrazo

Unknown dijo...

Celaya siempre vigente
como el trovador sin edad
y los ideales
en lucha de ser materia

Saludos, hermano mayor.

Anónimo dijo...

Felipe: hay un poema de Celaya: "A Andrés Basterra" que leí, como casi todo lo que leí, muy niña, de mano de mis mayores en la biblioteca familiar.
He indagado qué cosa había en ese verso "Mira Andres, como estamos estando, que ciegamente amamos".
Yo lo asociaba al amor que había entre mi padre constructor y sus obreros.

No se que sería de mí si mis viejos no me hubiesen dado estos poetas, mi medicina, mi sueño-