Acostado a tu lado, oigo los trenes.
Cruzan mi frente sus fugaces luces
rasgando el horror tibio de esta noche.
La pausa de silencio me deja una luz roja,
una nota sobre este pentagrama
de cables y de vías oscuras y brillantes.
Acostado a tu lado,
oigo cómo se alejan con el ruido más triste.
Quizá me he equivocado no subiendo a uno de ellos.
Quizá el último acierto
sea -abrazado a ti-
dejar pasar los trenes en la noche.
Joan Margarit
¿cuántos trenes perderemos a lo largo de nuestra vida? Un abrazo
ResponderEliminarEl tren nocturno que has escogido es el que te merece la pena en ese momento, ¿por que abandonarlo?
ResponderEliminarun abrazo
Hay trenes que hay que saber dejar pasar.
ResponderEliminarUn bello triángulo, Felipe.
La música es una delicia.
Besos.
Cuántos trenes habremos dejado pasar en nuestras vidas, unos por no tener el valor de subirnos, otros...porque no estuvimos en el momento apropiado. Preciosa poesía. Abrazo.
ResponderEliminarEs tremendo preguntarse si no habrá cometido un error no subiéndose a alguno de los trenes que pasan por nuestras vidas.
ResponderEliminarMe encanta esa foto.
Salud
Que belleza Felipe!! me encantó
ResponderEliminarun abrazo
Muchos trenes perdemos en la vida, pero también algunos podrían haber descarrilado.
ResponderEliminarQuiza pecamos de cobardía y nos asustan los cambios.
Salud y República
Precioso poema,Felipe.
ResponderEliminarUn besico y feliz tarde de domingo.
Me encantó!
ResponderEliminar...abrazado a tí...
Baci
Deja que pasen los trenes Felipe por la estación de Alcázar de San Juán.
ResponderEliminarQué bien se debe uno sentir.
Una visita a esta tu casa a estas horas es relajante..
ResponderEliminarTe he dejado un premio.
Un abrazo.
Si es por un abrazo...deja pasar los trenes esta noche, y la noche siguiente y la siguiente...no vaya a deshacerse el abrazo y te quedes solo en la estación, sin abrazo sin tren.
ResponderEliminarBesos
Es que los cambios... a mi me dan mucho miedo. Imagino que lo mismo le pasará a mucha gente.
ResponderEliminarBicos
Hola Felipe,
ResponderEliminarEchaba de menos descubrir versos o rememorarlos de tu mano.
Es un hermoso poema, de música lenta y agradable.
Se añade que me encantan los trenes por todos esos tópicos por los que nos gustan a los que nos gustan (que me lío...): algo de romanticismo, algo de nostalgia, algo de paz.
Un abrazo grande.
Tanto quizá dibuja demasiadas dudas...Quizá tendría que haber cogido ese tren que dejó pasar en la noche.
ResponderEliminarTe dejo un beso Felipe.
Me encannntan tu faceta poeta, Felipe.
ResponderEliminarCon tus versos dibujas notas brillantes, llenas de luz.
Te felicito.
Besos.