9 nov 2013

Destiempo

 

Nuestro entusiasmo alentaba a estos días que corren
entre la multitud de la igualdad de los días.
Nuestra debilidad cifraba en ellos
nuestra última esperanza.
Pensábamos y el tiempo que no tendría precio
se nos iba pasando pobremente
y estos son, pues, los años venideros.

Todo lo íbamos a resolver ahora.
Teníamos la vida por delante.
Lo mejor era no precipitarse.

Enrique Lihn

 

2 comentarios:

LA ZARZAMORA dijo...

Y si el poco o el mucho que aún nos quede, lo reinventamos, e intentamos seguir viviendo por los que están por venir o por el presente que representan??

No te rindas...

Besos, mi dulce manchego.

Genín dijo...

Salud, dulce manchego de ZARZA... :)
Salud